Los locales se presentaban con tan sólo seis jugadores y conseguían con un baloncesto sencillo y efectivo mantenerse por delante en el marcador durante los primeros 38 minutos de los 40 que duró el partido. Nosotros en ningún momento hasta el final conseguimos demostrar un poco de intensidad. El único de nuestros jugadores que mostró un tono aceptable y que más o menos consiguió mantenernos ahí fue mi hermano Jesús, del resto se podría decir que no fue nuestro día.
Lo más positivo a pesar de todo fue la victoria que desde luego no fue nada fácil y peligró hasta el final meced también al buen hacer de los jugadores de Monesterio que en muchos momentos estuvieron bastante acertados.
La semana que viene ya comienzan los cruces y habrá que ponerse las pilas y salir con otras ganas y otra mentalidad. Mañana conoceremos cual será nuestro rival, que sea cual sea será muy complicado.
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