martes, 16 de octubre de 2018

III Ultrail La Covatilla

El pasado sábado día 13 disputamos por segundo año el Ultrail La Covatilla, un carrerón con un recorrido espectacular, muy duro, muy técnico pero precioso, diseñado por el grandísimo Miguel Heras (al margen de que ya no esté en la organización), uno de los mejores corredores de montaña del mundo y además una persona súper humilde al trato. Allí estaba el sábado, prácticamente desapercibido y sin llamar la atención en absoluto,  al paso por el risco del Águila, viendo pasar a los corredores disfrutando y sufriendo a partes iguales su recorrido.



Abrumado ante la mirada de un grande.


A diferencia del año pasado, dónde esta carrera era nuestro principal objetivo y reto del curso, este año no entraba para nada en nuestros planes. Por diferentes circunstancias y al margen de la gran experiencia vivida el año pasado, nunca nos planteamos repetir, Elena no estuvo para ultras durante gran parte del año y yo, que para este tipo de súper aventuras necesito su empujón, pensaba únicamente hacer el maratón que también es muy chulo.

Todo esto al final se gestó en el último mes cuando Elena que ya venía teniendo buenas sensaciones en las últimas carreras recibió la invitación de la organización por su buena actuación el año anterior y movida por los grandes recuerdos que tenía comenzó a plantearse que igual... ¿por qué no? A mi en cambio comenzaron a caerme los primeros sudores fríos... jajajaja que no hicieron más que aumentar cuando a tres semanas de la prueba disputamos el Maratón de Los Galayos dónde lo pasé realmente mal y vi como ella tras el carrerón que se marcó iba lanzada ya... de esta forma a semana y media de la prueba nos tiramos al barro y nos inscribimos con más corazón que cabeza creo yo.

Como siempre y antes de nada, dar las gracias a los voluntarios de la prueba por su amabilidad y labor desinteresada con los corredores. Esta es una carrera de alta montaña y muchos de los puntos no son precisamente fáciles para estar allí horas.
Mil gracias a nuestras familias porque sin ell@s sería imposible y de nuevo, igual que el año anterior al super grupo de amig@s que nos estuvo siguiendo y animando durante toda la prueba.

El recorrido este año tenía algún pequeño cambio en la situación de los avituallamientos, la sensación es que se ha hecho algo más lento en toda la parte más técnica de la carrera. Había mucha más agua y barro que el año anterior y esto unido a que la piedra estaba más mojada hacía que hubiese que extremar las precauciones. Eso sí, si el año pasado el paisaje era impresionante, este año si cabe, lo era aún más con esa cantidad de agua fluyendo por toda la sierra, mención especial a la cascada de Hoyo Malillo.




Antes de hacer mi crónica, me quito el sombrero con Elena, su fortaleza y su determinación me dejan ya sin adjetivos. Ganó la carrera, dominándola de principio a fin con un tiempo de 14 horas y 20 minutos, en la posición 20 de la general absoluta, y en esta ocasión corriendo en solitario la mayor parte del tiempo. Igual su sensación es un poco agridulce porque el año pasado haciendo mejor tiempo quedó tercera, pero la realidad es que cada una de estas pruebas es una historia en sí misma... se perdió y perdió algo de tiempo en la primera bajada, la parte técnica de la sierra, como he dicho creo que se hizo más lenta (a la vista en el incremento de los tiempos de los primeros) y además sacó mucha ventaja desde el principio, cuando el año anterior en el km 50 estaban las tres primeras clasificadas luchando por la carrera juntas en el avituallamiento de Hervás. Creo que eso da un plus de tensión que en esta ocasión no tuvo, lo cual no quita ni un ápice de dureza a una prueba que hizo que terminase fundida como cualquiera. A mi me parece que lo que ha hecho tiene un mérito enorme y ahora toca disfrutarlo y descansar!!! ENORRRMEEEEEEE!!!







Por mi parte, como he dicho, lo último que se me pasaba por la cabeza a estas alturas era participar en esta carrera, lo hice principalmente porque Elena me "convenció" a última hora y sinceramente no veía nada claro el poder terminar.

Salí muy cauto y algo más lento que el año pasado, pasé por el primer punto de control en la Covatilla con peor tiempo que el año anterior pero en realidad las sensaciones no eran malas porque no había forzado. Toda la parte de la cuerda de la sierra creo que la disfruté más que el año anterior, me sentí mejor, supongo que por haber ido más lento en la subida.

Una tónica durante toda la carrera es que las bajadas creo que las hice mucho mejor o al menos con mejores sensaciones que la pasada edición. Me sentí más cómodo, más seguro y mi sensación es que fui más rápido y me desgasté menos. La primera bajada a la tercera laguna la disfruté y la posterior a la central que es muy complicada no se me hizo tan larga y sufrida, aún así el tiempo de paso en la central de Solana seguía siendo peor al del pasado año.

A partir de aquí afrontamos la parte más técnica y espectacular, subir a la Laguna del Duque y posteriormente remontar todo Hoyo Malillo para acabar culminando la subida en el collado de Talamanca dónde se encontraba el siguiente punto de control. Espectacular esta parte de la carrera. Aquí creo que me vinieron bien los bastones que es la primera vez que los uso en una carrera. Una vez aquí nos dirigimos al Torreón, cumbre de la prueba, previo destrepe por el paso del diablo dónde se agradece el aliento de Jose Rodilla!! Muchas gracias por las fotos!!




Comenzamos ahora una nueva y técnica bajada a otra zona impresionante, Hoya Moros, una de las zonas más bonitas para mi gusto de la sierra de Béjar (.. y cuál no lo es??). Me estaba sintiendo bien y mi paso por esta sección lo disfruté, creo que corrí bastante más que el año pasado por esta zona y partir de aquí empecé a recuperar el tiempo que llevaba de retraso.

Fui regulando y controlando sensaciones y hasta poco antes de llegar a Hervás mis sensaciones eran bastante mejores de lo que podía esperarme, eso sí, la calzada comenzó a caldearme los pies de lo lindo y las rodillas también comenzaban a quejarse. Al final llegué al avituallamiento de vida en Hervás más o menos con el mismo tiempo ya que el año pasado. Lo hice tranquilo pero más rápido, vi que Elena venía un poco más lenta y salí porque si paraba mucho pensaba que me costaría arrancar.

Y aquí me topé con el que para mí es el tramo maldito de esta carrera... los 10 km que separan Hervás de La Garganta, de nuevo el calor apretó de lo lindo, la dura subida hizo estragos, las plantas de los pies me dolían un montón y las buenas sensaciones se fueron al traste. Se me hicieron eternos estos kilómetros, sólo corrí el primer kilómetro y medio saliendo del pueblo... de ahí en adelante tuve que andar todo, me era imposible correr. En ese momento eché de menos a Elena de lo lindo, ese tramo el año pasado se nos hizo igual de duro, pero juntos se llevó mejor... deseaba que me cogiese porque en ese momento no veía seguir más allá de La Garganta. A pesar de todo y con mucha más pena que gloria llegué al avituallamiento, km 63 por mi reloj. Mi moral ahí estaba por los suelos, comí, bebí y sobre todo me reí con el máquina de Felipe Neila que estaba allí y entre chascarrillo y chascarrillo decidí salir a "no pensar en el dolor de pies" (que es lo que me diría Elena en estos casos...), eso hice, aunque a pesar de no pensarlo... seguían doliendo... jajajaj



Conseguir comenzar a correr de nuevo y logré hacer corriendo y a un ritmo decente los 5 km que separaban La Garganta de Baños de Montemañor, creo que esto fue clave, porque aquí me vine arriba de nuevo y empecé a ver que en cada punto iba rebajando los tiempos del año pasado, lo que me animó a echar el resto que me quedaba y eso hice... al final logré entrar en meta en 13 horas y 35 minutos en la posición 11 de la general, súper satisfecho, súper fundido y feliz, feliz porque no creía poder hacer esta carrera ahora mismo y feliz porque poco tiempo después podría presenciar emocionado la entrada a meta de Elena.

Ahora sí que sí toca descansar y recuperar con este súper broche final a nuestra temporada!!