El pasado sábado 19 de febrero disputamos el primer partido de la segunda vuelta de la liga. De nuevo jugábamos en casa y nos enfrentábamos al actual campeón de liga y copa, el Plasencia, filial del equipo de LEB Plata.
Como puede apreciarse por el marcador final el partido fue disputadísimo, cuatro puntos de diferencia después de una prórroga. Una pena, ya que tuvimos el partido en la mano y al final no pudo ser. Paso a resumir el mismo.
Plasencia, se presentaba con un equipo muy bajo, sin pivots, lo que a priori nos otorgaba una clara diferencia a favor en el juego interior, pero la realidad es que a pesar de esto son un equipo que defiende muy bien, muy agresivos y suplen su falta de altura partido tras partido con un gran derroche físico encarnado principalmente en la figura de Pablo Bayle, sin lugar a dudas el jugador más determinante de la competición en estos momentos.
El primer cuarto fue, básicamente, el cuarto en el que perdimos el partido. Salimos demasiado relajados y flojos en defensa mientras que los placentinos jugaban a lo suyo, defensa agresiva, sobre todo sobre nuestro pivots y mucho y rápido movimiento de balón en ataque con gran acierto en el tiro exterior. Cuando quisimos meternos en el partido estábamos ya por encima de los diez puntos de diferencia. No recuerdo exactamente el resultado del cuarto, pero creo que acabó con doce puntos de diferencia a favor de Plasencia que se iba a una proyección de cien puntos.
Estaba claro, el problema era nuestra defensa, que hasta el momento era inexistente. El segundo cuarto ya discurrió por otros cauces, es decir, comenzamos a defender mejor y de esta manera logramos recortar la diferencia a cinco puntos al descanso.
El tercer y cuarto periodos fueron un duelo de poder a poder con ambos equipos respondiendo a cada canasta del contrario y con el marcador siempre igualado. Llegando a un final trepidante en el que con dos puntos abajo y posesión a nuestro favor conseguimos empatar el partido sin tiempo para que Plasencia pudiese reaccionar. Nos íbamos a la prórroga y además con la sensación de que el partido estaba en nuestra mano. Los primeros compases de la prórroga cayeron de nuestro lado pero de nuevo el partido se estrechó y se mantuvo todo el tiempo en un pañuelo. Como durante casi toda la segunda parte, Bayle, el mejor de los visitantes, tomo el mando de su equipo y con canastas de gran mérito puso a los suyos con tres puntos a favor y la última posesión para Llerena. Triple que no entró, falta, tiro libre y 90 - 94 final.
Lástima del mal primer cuarto realizado, aunque las sensaciones que dio el equipo después fueron muy buenas, manteniendo la línea ascendente de los últimos encuentros.
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